jueves, 13 de marzo de 2014

La serenidad de un suave halo

La ausencia de texto en este espacio no se debe a casualidad ni a olvido. Se debe a acúmulo de trabajo por parte de unos y por reventamiento por parte de otros. Personalmente no sabía qué escribir, no he tenido nada que contar. Meses de estudio y oscuridad profunda en cuanto a lo deportivo.


Físicamente


Estoy harto de dar malas noticias. De comunicar cosas que nunca me gustaría tener que llegar a decir, pero esta vez seré claro: Corro en listas de espera para una operación de (los que me conocen) nariz. Si, el sonidito ese característico es un desvío del tabique que me hace respirar al 71% de mis posibilidades reales, descartando la posibilidad de respirar por la nariz en carrera. Me he acostumbrado a vivir con ello, pero respirar por la boca me predispone a sufrir infecciones como parotiditis o amigdalitis con demasiada frecuencia.

Las muelas del juicio también me hacen enfermar y por eso estoy en trámites de extracciones. Los 3eros molares inferiores han erupcionado vestibularmente rompiendo mi encía y causando infecciones frecuentes. La inflamación de la encía en una zona de difícil acceso con el cepillo hace que los ganglios se inflamen y molesten. Creo que es un buen enfoque para un futuro trabajo fin de grado, la afectación de las enfermedades bucales en el rendimiento deportivo...
Además, las calcificaciones parecen estar ya desapareciendo. Esta semana que viene, coincidiendo con el fin de prácticas, empezamos de nuevo poco a poco pensando en el CEO, en su relevo.

Técnicamente
Ha servido de algo parar, aunque en los test de movilidad sigue habiendo una postura que duele, creo que este fin de semana voy a animarme a ir a Montellano. Ahora mismo me siento solo, me cuesta todo mucho más. Desde que mi iPod desapareció no tengo compañero para tirar de mi cuando lo necesite. Me veo "agarrotado" y por eso quiero probar ya la sensación de correr contra mi mismo. Volver a experimentar el estrés de no poder fallar o la sensación de clavar un control. Suena a chiste, pero el año pasado en estas fechas había picado casi 1000 controles. Este año apenas 15.
Quizás Montellano no sea el lugar más adecuado, pero tengo muchas ganas de volver a sentir cosas. Soy lo que soy. Soy orientación.

Un antes y un después en todo este tiempo ha sido Huelva. La decisión de no ir al AOM fue bastante dura para mí. La visita de los fedoboys, a pesar de no ir a la carrera, reconfortó mi más desorientado ser (aunque se que vinieron sólo a pirañear...). Además, aguantarme no es fácil (visto lo visto) y por eso quiero darle las gracias a la persona que lo ha hecho cada día. Luz... esperemos que al final del túnel.


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