El momento llegó. Mucho tiempo viendo los campeonatos a través del ordenador, viendo los videos de las salidas en masa y de los grandes de este deporte corriendo. Pero este año, el ordenador no me esperaba. Este año me tocaba estar allí. IFK Umea quería que corriese con ellos en el equipo. El Tiomila ya no era aquello lejano que veía desde la habitación, por fin, allí estaba.
Los casi 15 días que duro mi viaje fueron una experiencia única, no tanto por resultados, si no por ver lo que es la orientación de verdad. Muchas ganas, mucha ilusión, mucho nivel y mucho de todo es lo que mueve cada una de las carreras que se realizan en Suecia.
Una experiencia que todo orientador debe vivir, al menos, una vez en la vida. Levantarse a las 3 de la mañana porque te toca correr a las 5. Verte rodeado de orientadores por todos lados. Cruzarse con los mejores del mundo. Conocer gente, que a veces pueden darte sorpresas, como cuando una señora ya mayor que paseaba tranquilamente era capaz de reconocer un mapa y hablar perfectamente ingles. Casi como en España vaya.
Tampoco voy a contar todo lo que sucedió. Tan solo decir que en España queda mucho por mejorar, y si quieres saber de verdad lo que es este deporte, vete a Suecia o algun país cercano. Puede costar mucho sacrificio, pero merece la pena.
Por el resto, durante mi estancia allí, muchos entrenamientos, muchas competiciones en las que te das cuenta que si fallas 1segundo, te van a meter 3 y que puede que la avena para desayunar sea el secreto para correr como animales.
En definitva, muchas experiencias que espero volver a vivir. Muchas ilusiones puestas y mucha orientación de la que te hace sentirte tú mismo y disfrutar de lo que este deporte te ofrece.
Ahora, después de la liga nacional de Navaleno, toca centrarse en el JWOC en la República Checa. 610m de desnivel son los que nos tocará "disfrutar" en la larga. Aun que antes, una parada en Finlandia para correr el Jukola. Parece ser que las cosas van bien, hago lo que me gusta y por fin vamos dando pasitos para lograr nuestras metas.
Gracias al club que hizo posible que fuese a Suecia, tambien gracias a los que me ayudaron a llegar allí y no me olvido tampoco de mi zona, los Pinares, a los que debo muchas cosas.
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